[2] Actual Place de la Concorde. Fue allí donde se instaló, durante el período revolucionario, la guillotina, y el lugar que vio morir a Luis XVI y María Antonieta [N. del T.].
[3] Sistema monetario francés en el Segundo Imperio (1852-1870): Franco: base del sistema; 1 franco = 1/20 de luis = 1/5 de escudo = 1 libra (aprox.) = 20 sueldos = 100 céntimos. Luis: también llamado Napoleón; moneda de oro de 20 francos. Escudo: moneda de 5 francos. Libra francesa: moneda base antes de la reforma monetaria revolucionaria; tiene un valor similar al franco; 81 libras = 80 francos. Sueldo: moneda de 5 céntimos de franco [N. del T.].
[4] Se refiere About —como más tarde sabremos— al Cercle des Chemins de Fer, el Círculo del Ferrocarril, uno de los más prestigiosos clubes de París. Fundado en 1854, pronto estableció su sede en la Rue de la Michodière, esquina Boulevard des Italiens. A decir del doctísimo Charles Yriarte, escritor, dramaturgo, periodista, historiador, arquitecto e ilustrador, autor de Les cercles de Paris: 1828-1864 (París, 1864), frecuentaban sus salones «administradores de líneas, banqueros, agentes de cambio, ingenieros, notarios, altos funcionarios, magistrados, algunos médicos e incluso unos pocos literatos perdidos en este entorno industrial» (p. 291). Vid. asimismo Nota 13 [N. del T.].
[5] La Sociedad de San Vicente de Paul, organización caritativa católico laica de alcance internacional, se estructura desde sus orígenes (1833) en unidades o células locales denominadas Conferencias [N. del T.].
[6] No se trata de la celebérrima Ópera Garnier, como algunos lectores estarán tentados de pensar, sino de Le Peletier. Construida entre 1820 y 1821 por el arquitecto François Debret, este espléndido teatro, que no obstante debía tener carácter provisorio (en sustitución de la entonces demolida sala Montansier, y en espera del gran Teatro Nacional de París, futura Garnier), fue escenario no sólo del magistral desarrollo de la grand opéra y el ballet romántico francés, sino también de otros acontecimientos de relevancia histórica: a sus puertas, un grupo de conspiradores italianos atentó, en 1858, contra Napoleón III y la emperatriz Eugenia, que milagrosamente escaparon indemnes (con todo, murieron 8 personas y otras 150 resultaron heridas), hecho este que precipitó la intervención francesa en Italia y promovió la construcción de un nuevo templo de la música. Sea como fuere, el proyecto de Charles Garnier, ganador del concurso que dotaría a París de una imponente Ópera, sufrió innumerables retrasos (en parte debidos a sus altísimos costes). Le Peletier siguió funcionando hasta octubre de 1873, fecha en la que un terrible incendio asoló su vieja fábrica. Su destrucción aceleró las obras de la Garnier, que finalmente fue inaugurada en enero de 1875 [N. del T.].
[7] En inglés en el original [N. del T.].
[8] En francés, foyer de la danse. La palabra foyer no sólo se refiere al vestíbulo o sala de descanso de un teatro; cabe traducirla (y es su primera acepción) como hogar [N. del T.].
[9] Los apelativos dados a ambos personajes constituyen —así lo creemos—, un afilado juego de palabras y alusiones. Turlu (turlu tu tu, turlututu y similares) es una onomatopeya empleada para recrear el sonido de la flauta. Turlurette (amén de diminutivo de turlu) es una suerte de flautín o cornamusa de uso en la Edad Moderna; sirve además para referirse a una mujer coqueta, de vida alegre y despreocupada, en este caso, la sobredicha Élise Champagne [N. del T.].
[10] Uno de los más ilustres restaurantes parisinos del siglo XIX, localizado en el Boulevard des Italiens, esquina Rue de Marivaux. Fundado en 1802, alcanzó su mayor gloria hacia mediados de siglo, siendo frecuentado por aristócratas y millonarios. Tal fue su fama que fueron numerosos los literatos que lo citaron en sus obras (Balzac o Proust, entre otros). Cerró sus puertas en 1913 [N. del T.].
[11] O Venus nacida de las olas. Representación iconográfica de la diosa emergiendo de las aguas. La base mitológica para su representación se encuentra en la Teogonía de Hesíodo: Cronos, a solicitud de Gea, su madre, castraría a Urano, su padre, y dejaría caer sus genitales al mar, del que emergería Afrodita. Como tema iconográfico, su suerte estaría ligada a una obra desaparecida del celebrado pintor griego Apeles, conocida a través de la ekphrasis —descripción vívida y pormenorizada de una obra de arte— de Plinio el Viejo (Historia Natural, Libro XXXV). Sería éste precisamente el tema recogido por Botticelli para su famoso Nacimiento de Venus [N. del T.].
[12] Se refiere About a Charles Pons (1798-1884), célebre espadachín y maestro de armas de la época; fue instructor del Escadron des Cent-Gardes, el cuerpo de élite de la caballería del Segundo Imperio, y maestro de algunos conocidos tiradores amateurs, caso del barón de Bazancourt o del explorador y escritor inglés Sir Richard Francis Burton (no en vano se decía que tenía a todos los grandes por amigos) [N. del T.].
[13] Uno de los clubes más exclusivos de París, frecuentado por funcionarios públicos y afectos al gobierno del Segundo Imperio. Fundado en 1854, surgió por oposición a otro de los grandes clubes parisinos, l’Unión, concurrido por la aristocratie historique. Como refiere Charles Yriarte, el Impérial se componía de «officiers généraux attachés à la cour, des dignitaires du château, des préfets du palais, des députés candidats officiels, en un mot des satisfaits. C’est l’aristocratie de l’empire et l’élément officiel qui en sont la base» (op. cit. pp. 304-305). Con el tiempo, el Impérial pasó a conocerse por Cercle des Champs Elysées; y tras su fusión en 1887 con el Cercle des Mirlitons, se transformó en l’Union Artistique. Desde 1862, fecha de publicación de la presente novela, el Círculo Imperial tenía su sede en el Hôtel Grimod de La Reynière, en los Campos Elíseos (Avenue Gabriel con Rue Boissy-d’Anglas); con anterioridad, el Grimod había acogido a las embajadas —primero— rusa y —más tarde— turca. Vid. asimismo Nota 4 [N. del T.].
[14] Se refiere About a la Liga Católica o Santa Liga, alianza política, militar y religiosa establecida en 1576 a iniciativa del Duque de Guisa para frenar los avances del calvinismo en Francia. Recibió el apoyo del pontífice Sixto V, la reina Catalina de Medici, el rey Felipe II de España y la poderosa Compañía de Jesús [N. del T.].
[15] Enrique de Borbón (1553-1610), rey de Navarra desde 1572 (III de su nombre) y de Francia desde 1589 (IV de su nombre). Desde el siglo XV, los reyes navarros ostentaban asimismo el título de Vizcondes de Bearne. Desempeñó un papel determinante en las Guerras de Religión que asolaron al país galo durante la segunda mitad del siglo XVI: abanderado de los calvinistas, una vez en el trono de Francia, abjuró del protestantismo y restauró la paz civil mediante el Edicto de Nantes (1598), que autorizaba la libertad del culto y realizaba ciertas concesiones a los hugonotes [N. del T.].
[16] Se refiere a Las Tres Gloriosas, las tres jornadas revolucionarias (27-29 de julio de 1830) que pusieron fin al gobierno autocrático de Carlos X de Borbón y llevaron al trono a Luis Felipe I de Orleans. Fueron el detonante de los levantamientos prodemocráticos que a la sazón afectaron a buena parte de Europa, marcando el inicio de la que se ha dado en llamar Revolución de 1830. Es precisamente una de aquellas jornadas, la segunda, la conmemorada en el icónico cuadro de Delacroix La Libertad guiando al Pueblo [N. del T.].
[17] Se refiere al palacio edimburgués de Holyrood, histórica residencia de los reyes de Escocia. Tras las jornadas revolucionarias de julio de 1830, el Reino Unido abrió las puertas del exilio a Carlos X y sus allegados, que fueron acogidos en Holyrood por espacio de dos años [N. del T.].
[18] 1.78 m. de altura [N. del T.].
[19] Se refiere About al excéntrico médico parisino Louis-Désiré Véron (1798-1867), fundador del magazín literario Revue de Paris (1829), director de Le Peletier (entre 1831 y 1835, uno de los períodos más brillantes de la Ópera parisina) y cabeza rectora del diario político-literario Le Constitutionnel (entre 1838 y 1852; que jugó un papel decisivo en la elección de Luis Napoleón Bonaparte como primer presidente de la República Francesa en 1848). En 1852, fue elegido diputado por el distrito de Sceaux [N. del T.].
[20] Antecedente de la actual Cámara de Diputados [N. del T.].
[21] Conocidas bailarinas de la época. Así las evoca un exaltado conde de Maugny algunos años más tarde: «Impossible de rien imaginer de plus séduisant, de plus vivant, de plus émoustillant, ensemble et séparément, que ces femmes-là. Indépendamment de leur beauté intrinsèque, elles avaient un cachet professionnel, une originalité de tournure, un art de plaire, une tenue à la fois libre et réservée, provenant de l’habitude de fréquenter les hommes du monde, qui les classaient dans une catégorie à part, et leur donnaient un attrait spécial, difficile à dépeindre» (Maugny, A., Le demi-monde sous le second empire. Souvenirs d’un sybarite, París, 1892, pp. 219-220) [N. del T.].
[22] En Julia, o la nueva Eloísa, Carta LVII (Razones de Julia para disuadir a su amante del duelo con milord Edward, fundadas, principalmente, en el cuidado que debe poner en la reputación de su amante, sobre la idea del honor real y el verdadero valor) [N. del T.].
[23] Se trata de personajes y preparados reales. Pietro Brocchieri fue un químico y farmacéutico napolitano; Léchelle, un farmacéutico parisino (con botica abierta en la Rue Lamartine, 35). Pese a carecer de otras referencias biográficas, es fácil rastrear sus nombres y productos en las gacetas médicas y farmacológicas de la época (e incluso encontrar anuncios en la prensa generalista). Por lo demás, sabemos que ambas fórmulas gozaron de gran aceptación en su tiempo, y que dieron lugar a sendas memorias —en realidad, primitivas formas de justificación científica y publicitación— que recogían las reputadas virtudes de sus preparados: Brocchieri, P., Balsameloeon, eau hémostatique et anti-scorbutique de M. Pierre Brocchieri, París, 1839. Léchelle, Considérations sur l’eau hygiénique hémostatique dite Hémostatique Léchelle, París, 18?? [N. del T.].
[24] Alfred-Armand-Louis-Marie Velpeau (1795-1867), una de las grandes personalidades de la medicina del siglo XIX, catedrático de Cirugía de la Universidad de París, experto cirujano y anatomista, autor de más de 300 obras sobre las más diversas materias médicas (cirugía, embriología, obstetricia, anatomía, etc.). Tal fue su importancia que todavía hoy su nombre aparece ligado a numerosos epónimos: vendaje de Velpeau, canal inguinal de Velpeau, hernia femoral de Velpeau o enfermedad de Velpeau (hidradenitis supurativa). Pierre Charles Huguier (1804-1873), otro de los grandes de la medicina decimonónica, francés como el anterior; especialista en cirugía, ginecología y anatomía (llegó incluso a ser profesor de esta materia en l’Ecole des Beaux-Arts de París); y autor de una copiosa literatura médica. Su nombre se encuentra ligado a numerosos epónimos hoy vigentes: canal de Huguier, seno de Huguier, glándula de Huguier [N. del T.].
[25] Se refiere a los que coronan el homónimo Arco de Triunfo parisino [N. del T.].
[26] En inglés en el original [N. del T.].
[27] Ambroise Paré (1510-1592), uno de los padres de la cirugía y la ciencia forense modernas, médico militar y especialista en el tratamiento de heridas de guerra, pionero en el uso de técnicas quirúrgicas e inventor de un variado instrumental operativo (llegando incluso a diseñar prótesis para pacientes mutilados). Fue Médico de Cámara de los reyes Enrique II, Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Escribió numerosos tratados médicos en francés, lo que favoreció la divulgación de su obra —a costa de cierto menosprecio de la comunidad médica; a la sazón se empleaban las lenguas clásicas para la difusión de los saberes científicos—. Ya en 1584, próximo a su muerte, la Escuela de Medicina de la Universidad de París le concedió el título de Doctor en justo reconocimiento a sus logros [N. del T.].
[28] Histórico hospital parisino, fundado en el siglo VII, reubicado y ampliado durante el Segundo Imperio (siguió instalado en la Île de la Cité, pero cambió de margen), y hasta finales de 2013 operativo (a resultas de la crisis, el gobierno de François Hollande decretó su cierre). Hôtel-Dieu —en español, Residencia o Casa de Dios— es el nombre que recibían los hospitales principales de las ciudades francesas [N. del T.].