El Oro y la Ceniza – Eliette Abécassis

¿Quién es? preguntan. ¿Es uno? ¿Es varios? ¿Astuto o cobarde manso como un santo o colérico? ¿Lo veis con la horca en la mano acechando a los condenados que va a meter en el horno recogiendo haces de leña para alimentar el fuego de su Infierno seductor sí porque seduce con su inteligencia y su temperamento posee la sabiduría tiene el poder de creación y de destrucción la fuerza invencible, el conocimiento él es el que lo ve todo el que observa a los habitantes de la tierra y moldea su corazón atento a sus obras escucha a los que gritan aconseja y las aguas lo ven y tiemblan y el propio abismo se estremece y las nubes descargan sus trombas los nubarrones aportan la voz el fragor del trueno desgarra el cielo y los relámpagos iluminan el mundo la tierra ruge cuando él aparece él es el amo del mundo y sin embargo nadie conoce sus huellas apenas se le ve apenas se escucha su paso ligero una resonancia un silbido nada más este ser es temible por la fascinación que ejerce sobre todos y que los precipita en el abismo el asesinato es su ocupación la destrucción la finalidad de su vida él es la gran serpiente de mordedura sangrante tetanizante que deja manar la sangre mala emponzoñada por su veneno es el maestro de la estrangulación que se enrosca en torno al cuello del animal y lo aprieta hasta que la bestia se ahoga con los ojos desorbitados y hasta que ve el último estertor de agonía fascina a los seres impulsa a las víctimas a correr hacia todas partes desesperadas hasta el agotamiento no conoce la piedad no ha perdonado a nadie la conciencia no es su fuerte nada lo atormenta si no es la ausencia de crimen vive sólo para el asesinato del que es siervo el celoso siervo

Qué tiene contra él qué le reserva desde que lo vio nacer en este mundo sintió que allí había un ser digno de un trato más refinado pero no menos cruel que necesitaba un poco más de atención de perfeccionismo tenía por fin un enemigo digno de ese nombre alguien con quien podría dialogar y todo el universo era cómplice este universo del que se ufanaba el otro proclamando su bondad la tierra que acepta a los fusilados recubiertos de cal es cómplice y también el aire que es gas y todo y el fuego que arde en los cuerpos pero el agua no sólo el agua es inocente del asesinato de Auschwitz y por eso me atrae tanto sería como un desafío un reto una puesta a prueba

Tenía que pellizcarme el brazo para cerciorarme de que era yo el que estaba allí me dolía la cabeza sentía unas náuseas terribles era como si mi conciencia se desgajara un poco de mí mi alma era una llama cuyo vapor liviano transparente despegaba mi semblante humano llevaba una máscara una máscara de cera una máscara sardónica de sonrisa maligna maligna maligna.

Entonces el testigo se desvanece no hay conciencia posible ante eso ningún cara a cara.

Capítulo 4

Él decía que había que creer en Dios a pesar de todo ser como Job que había llegado a amarlo por nada sin esperar retribución alguna mientras la víctima se lamenta se queja de la injusticia de su suerte no puede granjearse esa confianza no me hables de Dios decía ella no me hables del alma si el alma existe tiene sólo un origen el mal no el alma no es divina no es ni hija de Dios ni fue desgajada de su sustancia por una emanación ni creada por Dios mediante una mezcla psíquica no el alma no es de Dios

Los más perfectos de entre los gnósticos comían sin escrúpulo los alimentos destinados a los ídolos y asistían a todas las fiestas paganas e iban a los combates de fieras y a los combates singulares de hombres donde ante sus ojos un hombre mataba a otro hombre y algunos se entregaban sin reservas al placer de la carne y decían que había que devolver la carne a la carne y el espíritu al espíritu y otros quitaban a su marido la mujer de la que se habían enamorado para hacer de ella su compañera pues el gnóstico se sentía indestructible inaccesible a las corrupciones del mundo y por eso el culto a la mujer se le presentaba como la vía ideal para vencer al dominio de la muerte

Él decía él decía que escarnecía a Dios que lo abucheaba decía que mientras viviera no dejaría nunca de manifestar su indignación decía que si Dios existía tenía que estar por fuerza ausente de la historia pero si era impotente ¿quién era entonces?

Francia cometió un crimen y en lugar de olvidarlo era vital que quienes la representaban fueran castigados y en lugar de ello cincuenta años después nos gobiernan los partidarios de Pétain los mismos hombres con la misma política xenófoba y antirrepublicana dispuesta a resurgir como una enfermedad periódica pero oiga Francia no mató judíos en las cámaras de gas, ¿verdad? Y no obstante Francia exportaba zyklon B a la Alemania nazi y cuarenta años después hay que enarbolar la francisca[12] las condecoraciones del ejército alemán y reivindicar la amistad con los verdugos no olvide joven cuando procese a Vichy que desde Francia se deportaron menos judíos que desde otros países de Europa es falso por supuesto es tan fácil falsificar la historia contemporánea cuando se recurre a las estadísticas aisladas a la magia de la cifra comparar Francia y Holanda no es de recibo en Holanda los judíos estaban concentrados en el gueto de Amsterdam Francia era un país extenso con una geografía variada y una zona no ocupada al principio la dispersión de los judíos en Francia a eso hay que atribuir la diferencia y si se toma en cuenta el número de judíos entregados a los alemanes en las zonas no ocupadas por el ejército alemán en esta categoría Vichy tiene el porcentaje más elevado de toda Europa

En la casa hay un hombre tus cabellos de oro Margarete

Tus cabellos de ceniza Sulamith juega con serpientes

La serpiente estaba allí todas las noches me atacaba antes de que pudiera realizar el menor movimiento se había enroscado totalmente en torno a mí y me inmovilizaba y durante largos minutos yo aguardaba sin pronunciar palabra alguna mientras me clavaba su mirada terrible de odio y de venganza callada la veía de tan cerca su ojo enfundado en un párpado fino y granoso tenía forma de pera no tenía orejas más que los ruidos emitidos parecía captar las vibraciones su cola cubierta de escamas minúsculas como el resto de su cuerpo viscoso dotado de poderosos músculos se adelgazaba de forma progresiva hasta la punta tenía patas recubiertas de un cuero rugoso del que brotaban unas zarpas aceradas era realmente horrible no tenía orejas pero su vista horadaba la noche y como un puñal se hincaba en los ojos yo no pensaba en el antisemitismo de Vichy decía puedo mencionar para corroborarlo a un amigo mío judío que dice que en realidad no había prestado atención a la redada del Vel d’Hiv y que no se había dado cuenta de la situación de los judíos nadie sabe usted nadie estaba enterado de lo que pasaba en Auschwitz y además el antisemitismo es sólo un aspecto de Vichy hay muchos otros aspectos y decía aquello con su sonrisa su tenue sonrisa tan dulce y su mirada expresaba una inefable forma de ironía suprema y yo me ponía a temblar unas gotas de sudor frío me perlaban la frente con brusco impulso hacía acopio de fuerzas para intentar zafarme de su abrazo agarraba el cuerpo de la serpiente con las dos manos y empujaba pero era demasiado pesada demasiado pesada y se enroscaba en torno a mí y la cabeza cerca de mi cara los ojos casi pegados a mis ojos volvía a mirarme con aire victorioso lánguido amoroso

Es lo único que queda el misterio de esa mirada esa mirada inexplicable cuya razón es imposible comprender es mucho más sencillo pensar que si los hombres se causan daño tanto a sí mismos como a los demás es por falta de ideas o por simple incapacidad de hacer lo que se reconoce como justo los hombres pueden pecar pero también se les puede enseñar orientar y en caso de necesidad obligar a hacer el bien es lo que creen todos en el fondo Sócrates y Buda los teólogos y los historiadores

Él decía: la muerte es un amo venido de Alemania.

El mal es banal, decía él, y lo subsumía dentro de la categoría del totalitarismo fraguada para reunir bajo un solo concepto la política nazi y la política de Stalin, el exterminio de los judíos de Europa y las deportaciones y las masacres perpetradas en Siberia. Por más monstruosos que fueran los hechos, el agente no era ni monstruoso ni demoníaco, decía ella, era una asamblea de fieles y entre ellos, los ejecutores celosos de órdenes inhumanas no eran verdugos natos, no eran monstruos, sino personas cualquiera, personas corrientes, funcionarios dispuestos a creer y a obedecer sin rechistar. Lo que él había considerado como un deber recibía el nombre de crimen, era un nuevo código penal, un nuevo lenguaje, nada más.

No se trataba por tanto de maldad de una opción decidida por el mal y en ese universo no había Dios, ni elementos suprasensibles, decía él, no se precisa en absoluto tener un corazón malvado para causar grandes males.

Él decía decía que había que creer en Dios a pesar de todo ser como Job que había llegado a amarlo por nada sin esperar retribución alguna mientras la víctima se lamenta se queja de la injusticia de su suerte no puede granjearse esa confianza

El olor apaciguador del humo

Durante el verano de 1942, su amigo Crétel acompañó al miembro de la SS Knochen, encargado de los asuntos judíos, a la embajada alemana de París, donde estaban presos los políticos de la III República, allí asistió a la transferencia a Alemania de eminentes políticos, decía él, su amigo negoció con Karl Oberg, el jefe de la SS, en Francia, y más tarde con Reinhard Heydrich, jefe de la oficina central de seguridad del Reich, así como con el führer Heinrich Himmler, la deportación de judíos extranjeros del territorio francés, decía él, su amigo decía que las deportaciones de los judíos extranjeros servían para proteger a los judíos franceses y en su celo por salvar a los judíos franceses, su amigo mandó un telegrama al prefecto regional en el que especificaba que había que intensificar los esfuerzos y llevar a cabo «redadas, controles de identidad y registros en los domicilios privados».

Él decía que había que creer en Dios a pesar de todo ser como Job amar por amar sin recompensa amarlo todo contra todo amar sin queja sin lamentarse desde el fondo de la injusticia dar gracias a Dios desde lo más profundo de las tinieblas en el seno de la nada amar sin razón sin condición

Tus cabellos de oro Margarete

Tus cabellos de ceniza Sulamith

Él decía él decía que había que creer en Dios a pesar de todo ser como Job amar por amar sin esperar retribución alguna amarlo todo contra todo amar sin queja sin lamentarse dar gracias a Dios desde lo más profundo de las tinieblas en el seno de la nada amar sin razón sin condición

Leche negra del alba la bebemos al anochecer

Él decía la noche es espantosa y el alba también

Había que creer en Dios a pesar de todo ser como Job amar por amar sin esperar retribución alguna amarlo todo contra todo amar sin queja sin lamentarse desde el fondo de la injusticia dar gracias a Dios desde lo más profundo de las tinieblas en el seno de la nada amar sin razón

Él decía que todos los que respiraban el aire mediante un hálito de vida todos los que vivían sobre la tierra firme murieron el arca de Noé es la tierra de Israel Auschwitz es un acontecimiento fundador en eso estábamos de acuerdo

Ser como Job

A veces me digo que la palabra corresponde al deseo de esos ángeles caídos esos querubines rebelados ser como Dios tener su omnisciencia y su omnipotencia para manipular las mentes yo relato para seducir para crecer en potencia y en fuerza me transformo en narrador para ser el amo de mi mundo autónomo para vivir todas las experiencias posibles para transformarme en hombre mujer niño y bestia a la vez y para forzar las cosas y llevarlas más lejos a la frontera de lo humano hacia el abismo del vicio y del crimen

El mal no es una privación es una creación del Demiurgo que es el autor del tiempo y del espacio que conforman el mundo de la desintegración

Al principio estaba el andrógino esa forma resplandeciente de belleza que dominaba el Paraíso pero Satán celoso montó en cólera y actuó para destruirlo cómo lo sabemos decía él a veces el hombre se acuerda de su origen de sus raíces extranjeras recuerda que está en el exilio al son de una música del murmullo del amor o por un fresco olor a veces una voz lo llama y le dice despierta tú que duermes entonces se produce la anamnesis de un mundo más elevado donde morábamos y despiertos nos acordamos de nuestro yo verdadero cargado de nostalgia despierta a la añoranza del mundo perdido mira su cuerpo hecho con tierra arcillosa y polvo su cuerpo pestilente enfermo lleno de corrupción y concupiscencia su cuerpo infame esa tumba ambulante se acuerda de la ignominia del hombre concebido en la inmundicia de la sexualidad entre las convulsiones grotescas y repulsivas del parto y siente el horror de ese cuerpo que no es más que un saco de excrementos entonces odia al ser de carne con todas sus ilusiones a esa sombra que avanza como un sonámbulo y libera su alma cautiva resplandeciente y en ese instante nace de verdad