Muad’Dib: «La ley y el deber son una sola cosa; así sea. Pero recordad esas limitaciones: nunca seréis completamente conscientes de vosotros mismos. Siempre estaréis inmersos en el tau Comunitario. Siempre seréis menos que un individuo.»
Biblia Católica Naranja: idénticas palabras (Revelación 6).
Muad’Dib: «La religión participa a menudo del mito del progreso que nos protege de los terrores del incierto futuro.»
Comentarios de la C.T.E.: idénticas palabras. (El libro de Azhar atribuye esta afirmación a un escritor religioso del siglo primero, Neshou, según una paráfrasis.)
Muad’Dib: «Si un niño, una persona no adiestrada, una persona ignorante o una persona alocada causa problemas, es fallo de la autoridad que no ha sabido prever o prevenir estos problemas.»
Biblia Católica Naranja: «Todo pecado puede ser adscrito, al menos en parte, a una nociva tendencia natural que es una circunstancia atenuante aceptable por Dios.» (El libro de Azhar hace remontar esta sentencia al antiguo Taurah.)
Muad’Dib: «Tiende tu mano y toma lo que Dios te da; y cuando te sientas saciado, alaba al Señor.»
Biblia Católica Naranja: una paráfrasis con idéntico significado. (El Libro de Azhar le da un sentido ligeramente distinto tomado del Primer Islam.)
Muad’Dib: «La ternura es el inicio de la crueldad.»
Kitab al-Ibar de los Fremen: «El peso de la ternura de un Dios es aterrador. ¿Acaso Dios no nos ha dado un sol que quema (Al-Lat)? ¿Acaso Dios no nos ha dado las Madres de la Humedad (las Reverendas Madres)? ¿Acaso Dios no nos ha dado a Shaitan (Iblis, Satán)? ¿Y acaso no hemos recibido de Shaitan el sufrimiento de la velocidad? (Este es el origen del dicho Fremen: «La velocidad viene de Shaitan.» Consideremos: por cada centenar de calorías producidas por el ejercicio (la velocidad) el cuerpo evapora alrededor de seis onzas de sudor. La palabra Fremen que significa transpiración es bakka, o sea lágrimas, y en cierto sentido puede traducirse por «La esencia de la vida que Shaitan exprime de vuestras almas.»)
La llegada de Muad’Dib fue calificada como de «religiosamente tempestiva» por Honeywell, pero la tempestividad tenía poco que ver con todo esto. Como dijo el propio Muad’Dib: «Estoy aquí; así pues…»
Sin embargo, para comprender el influjo religioso de Muad’Dib, no hay que perder nunca de vista un hecho: los Fremen eran un pueblo del desierto habituado desde hacía generaciones a vivir en un ambiente hostil. No es difícil caer en el Misticismo cuando cada instante de supervivencia debe ser duramente ganado. «Estáis aquí, así pues…»
Con una tal tradición, el sufrimiento es aceptado: quizá como un castigo inconsciente, pero aceptado de todos modos. Y hay que hacer notar que los rituales Fremen liberan casi completamente los sentimientos de culpabilidad. Esto no era necesariamente debido a que para ellos ley y religión fueran idénticos, haciendo de la desobediencia un pecado. Seria más exacto decir que los Fremen se libraban fácilmente de cualquier complejo de culpabilidad debido a que su propia supervivencia cotidiana exigía decisiones brutales (a menudo mortales), que en un medio menos hostil hubieran provocado en quienes las aplicaban sentimientos de culpabilidad insoportables.
Esta sin duda fue una de las principales razones de la gran incidencia de las supersticiones entre los Fremen (aún sin tener en cuenta la contribución de la Missionaria Protectiva). ¿Por qué el silbido de la arena es un presagio? ¿Por qué hay que hacer el signo del puño a la salida de la primera luna? La carne de un hombre le pertenece y su agua pertenece a la tribu… y el misterio de la vida no es un problema que hay que resolver, sino una realidad que hay que experimentar. Los presagios sirven para que uno recuerde esto. Y, puesto que uno está aquí, puesto que uno tiene la religión, finalmente la victoria no podrá escapársele a uno.
Tal como la Bene Gesserit había enseñado a lo largo de los siglos, antes de entrar en conflicto con los Fremen: «Cuando religión y política viajan en el mismo carro, y el carro es guiado por un hombre santo viviente (baraka), nada puede detenerle en su camino.»
APÉNDICE III
INFORME SOBRE LOS MOTIVOS Y PROPÓSITOS DE LA BENE GESSERIT
Lo que sigue es un extracto de la Summa preparada por sus propios agentes, a petición de Dama Jessica, inmediatamente después del Asunto Arrakis. La sinceridad de este informe le confiere un valor auténticamente excepcional. Debido a que la Bene Gesserit operó durante siglos tras la máscara de una escuela semi-mística, llevando adelante al mismo tiempo su programa de selección genética entre los humanos, tendemos a atribuirle una importancia mayor de la que aparentemente merece. El análisis de su «juicio de los hechos» con respecto al Asunto Arrakis traiciona la profunda ignorancia de la escuela acerca de su propio papel. Se podría argüir que la Bene Gesserit se hallaba en condiciones de examinar tan sólo los hechos a ella accesibles, y que nunca tuvo acceso directo a la persona del Profeta Muad’Dib. Pero la escuela había superado obstáculos mucho mayores, de modo que su error al respecto es mucho más grave.
El programa Bene Gesserit era el de seleccionar genéticamente a una persona etiquetada como el «Kwisatz Haderach», un término que significaba «aquél que puede estar en muchos lugares al mismo tiempo». En términos más sencillos, lo que intentaba era producir un ser humano cuyos poderes mentales le permitieran comprender y usar las dimensiones de orden superior.
Buscaban producir un super-Mentat, una computadora humana con algunas de las facultades de presciencia que tienen algunos de los navegantes de la Cofradía. Ahora, examinemos atentamente estos hechos:
Muad’Dib, nacido Paul Atreides, era el hijo del Duque Leto, un hombre cuya genealogía había sido cuidadosamente observada durante un millar de años. La madre del Profeta, Dama Jessica, era una hija natural del Barón Vladimir Harkonnen y llevaba consigo caracteres genéticos cuya suprema importancia para el programa de selección era conocida desde hacía casi dos mil años. Era una Bene Gesserit, criada y adiestrada como tal, y hubiera debido ser un instrumento voluntario del proyecto. Dama Jessica había recibido la orden de engendrar una hija Atreides. El plan preveía que esta hija se uniera a Feyd-Rautha Harkonnen, sobrino del Barón Vladimir, con grandes posibilidades de que de esta unión resultara un Kwisatz Haderach. Sin embargo, por razones que ella misma confiesa no haber comprendido nunca claramente, la concubina Dama Jessica se opuso a las órdenes y engendró un hijo. Esto hubiera debido alertar a la Bene Gesserit de que una imprevisible variante acababa de introducirse en su esquema. Pero hubo otros indicios mucho más importantes que virtualmente fueron ignorados:
1. Ya desde niño, Paul Atreides reveló sus habilidades de predecir el futuro. Tuvo visiones prescientes que se revelaron particularmente detalladas, penetrantes, y que desafiaban cualquier explicación cuatridimensional.
2. La Reverenda Madre Gaius Helen Mohiam, Censor Bene Gesserit que verificó la humanidad de Paul cuando éste tenía quince años, testimonió que el muchacho había superado en la prueba una agonía mayor que ningún otro ser humano había sufrido nunca. ¡Sin embargo, no hizo constar este hecho en su informe!
3. Cuando la Familia Atreides se trasladó a Arrakis, la población Fremen acogió al joven Paul como a un profeta, «la voz de otro mundo». La Bene Gesserit sabía perfectamente que un planeta sometido a los máximos rigores como Arrakis, con sus inmensos desiertos, la total ausencia de agua en la superficie, la acentuación de las más primitivas necesidades de supervivencia, termina inevitablemente produciendo un alto porcentaje de sensitivos. Sin embargo, tanto la reacción de los Fremen como el obvio elemento de la dieta arrakena rica en especia fueron ignorados por las observadoras Bene Gesserit.
4. Cuando los Harkonnen y los soldados fanáticos del Emperador Padishah ocuparon de nuevo Arrakis, matando al padre de Paul y a la mayor parte de las fuerzas Atreides, Paul y su madre desaparecieron. Pero casi inmediatamente surgieron informes acerca de la aparición de un nuevo líder religioso entre los Fremen, un hombre llamado Muad’Dib, que de nuevo fue saludado como «la voz de otro mundo». Los informes precisaban claramente que iba acompañado por una nueva Reverenda Madre y Sayyadina del Rito la cual «era la mujer que le había engendrado». Los datos de que disponía la Bene Gesserit indicaban claramente que las leyendas Fremen señalaban al nuevo Profeta con estas palabras: «Nacerá del vientre de una bruja Bene Gesserit.» (Se podría objetar que la Bene Gesserit envió a su Missionaria Protectiva sobre Arrakis muchos siglos antes para implantar la leyenda destinada eventualmente a ayudar a los miembros de la escuela, atrapados en aquel lugar y necesitados de un refugio, y que aquella leyenda de «la voz de otro mundo» fue simplemente ignorada debido a que era el procedimiento usual de los trucos Bene Gesserit. Pero esto resultaría válido tan sólo si la Bene Gesserit hubiera procedido correctamente ignorando todos los demás indicios acerca de Paul-Muad’Dib.) 5. Cuando el Asunto Arrakis estalló, la Cofradía Espacial intentó llegar a un acuerdo con la Bene Gesserit. La Cofradía dejó entrever que sus navegantes, que usaban la especia de Arrakis para conseguir su limitada presciencia necesaria para dirigir las astronaves en vuelo, estaban «preocupados por el futuro» y que «veían problemas en el horizonte». Esto significaba tan sólo que habían visto un nexo, una coyuntura con múltiples y delicadas decisiones más allá de la cual el sendero del tiempo permanecía oculto a su ojo presciente. ¡Esto era una clara indicación de la presencia de una entidad indeterminada capaz de interferir en las dimensiones de orden superior! (Algunas Bene Gesserit sabían desde hacía tiempo que la Cofradía no podía interferir directamente con la fuente de la vital especia debido a que sus navegantes, a su propia inepta manera, debían afrontar dimensiones de orden superior, hasta tal punto que admitían que cualquier paso en falso en relación con Arrakis podía conducir a resultados catastróficos. Era un hecho bien sabido que los navegantes de la Cofradía no veían el menor medio de conseguir el control de la especia sin producir un tal nexo. La conclusión obvia era que alguien con poderes de un orden mayor estaba asumiendo el control de la fuente de la especia. ¡y pese a todo la Bene Gesserit no se dio por enterada de ello!)
¡Ante estos hechos, es inevitable pensar que la misma ineficacia de la Bene Gesserit en este asunto no fue más que el producto de un plan mucho más vasto que se hallaba completamente fuera de su alcance e incluso de su conocimiento!
APÉNDICE IV
EL ALMANAQUE AL-ASHRAF
EXTRACTOS SELECCIONADOS DE LAS CASAS NOBLES
SHADDAM IV (10.134-10.202)
El Emperador Padishah, 81° de su dinastía (Casa de Corrino) en ocupar el trono del León de Oro, reinó del 10.156 (fecha en que su padre, Elrood IX, sucumbió al chaumurky) hasta el 10.196, en que fue sustituido por la Regencia, instituida en nombre de su hija primogénita, Irulan. Su reinado es conocido principalmente por la Rebelión de Arrakis, que algunos historiadores explican por el comportamiento superficial, la pompa y el lujo que caracterizaron las ceremonias oficiales de Shaddam IV. Las filas de los Burseg fueron dobladas durante los dos primeros dieciséis años de su reinado. Los créditos para el adiestramiento de los Sardaukar aumentaron regularmente en los treinta años que precedieron a la Rebelión de Arrakis. Tuvo cinco hijas (Irulan, Chalice, Wensicia, Josifa y Rugi) y ningún hijo legítimo. Cuatro de sus hijas le acompañaron cuando se retiró. Su mujer, Anirul, una Bene Gesserit del Rango Secreto, murió en 10.176.
LETO ATREIDES (10.140-10.191)
Primo materno de los Corrino, llamado a menudo el Duque Rojo. La Casa de los Atreides gobernó Caladan como feudosiridar durante veinte generaciones antes de trasladarse a Arrakis. Es conocido principalmente como padre del Duque Paul-Muad’Dib, el Umma Regente. Los restos del Duque Leto ocupan la «Tumba del Cráneo» en Arrakis. Su muerte es atribuida a la traición de un doctor de la Escuela Suk, y la responsabilidad de este acto se imputa al Siridar-Barón Vladimir Harkonnen.